El Colegio Médico de Georgia ha estudiado a más de 650 adolescentes de edades comprendidas entre 14 y 19 años y ha encontrado que los que informaron de mayor ingesta de vitamina D han acumulado menor grasa corporal total y la menor cantidad de grasa en el abdomen, un tipo de grasa conocida como grasa visceral, que se ha asociado con riesgos para la salud, como cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, la diabetes y la hipertensión.
El grupo con menor ingesta de vitamina D, presentó mayores porcentajes de grasa corporal y la grasa visceral, mientras que los hombres tenían el menor porcentaje de grasa corporal y visceral, aunque su ingesta de vitamina D fue inferior a los niveles recomendados.
"Aunque no puede demostrar que una mayor ingesta de vitamina D causó la menor grasa corporal, sabemos que hay una relación que debe estudiarse más a fondo", dice el Dr. Dong Yanbin, un genetista molecular y cardiólogo en el Instituto de Prevención del MCG Gerogia.
El Dr. Dong, quien también co-dirige la diabetes y la obesidad MCG Instituto Descubrimiento, y Inger Stallman-Jorgensen, un centro de investigación en nutrición en el IPS, presenta sus conclusiones esta semana en la Asociación Americana del Corazón Conjunto en la Conferencia de la Enfermedad Cardiovascular Epidemiología y Prevención y Nutrición, Actividad Física y Metabolismo en Palm Harbor, Florida.
Ahora han de estudiar si es factible para los adolescentes a tomar un suplemento diario de vitamina D en forma de pastilla. Estos resultados ayudarán a diseñar un estudio más amplio para explorar la relación entre la ingesta de vitamina D y niveles de grasa corporal en adolescentes.
"Ya sabemos que debemos de alentar a los adolescentes a recibir una cantidad adecuada de vitamina D en sus dietas para ayudar a promover un cuerpo saludable como crecen y se desarrollan", dice la Sra. Stallman Jorgensen. "Ahora tenemos que hacer estudios de intervención en la que los adolescentes tomen suplementos de vitamina D para determinar si existe una relación de causa y efecto entre la ingesta de vitamina D y la grasa".
La Academia Americana de Pediatría recomienda que los adolescentes reciban por lo menos 400 unidades de vitamina D por día ya sea a partir de leche o la exposición al sol. Hay entre 100 unidades en un vaso de 8 onzas de leche entera.
La dosis diaria recomendada de vitamina d obteniéndola a través del sol es de al menos 30 minutos de una exposición adecuada a la luz directa del sol dos o tres veces a la semana en horas punta, entre el mediodía y las tres del mediodía.
La sra. Stallman-Jorgensen dijo que hay muchas razones los jóvenes no reciben suficiente vitamina D, que se ha vinculado a la prevención de la diabetes, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
"Como seres humanos, nuestra mayor fuente de vitamina D debe ser el sol. Pero no pasan suficiente tiempo al aire libre para obtener lo suficiente de la exposición al sol y cuando lo hacemos, estamos a menudo cubiertas de protección solar", dijo.
"Podemos obtener la vitamina D de determinados alimentos, como los pescados grasos y el hígado, pero no en una gran cantidad de alimentos que se consumen comúnmente. En este país, nuestra leche está fortificada con vitamina D. Por desgracia, los adolescentes no toman suficiente leche para sus necesidades diarias".
Ella señala que bajo la luz solar durante los meses de invierno se reduce la cantidad de vitamina D de la piel produce, y de piel más oscura que la gente obtiene menos de vitamina D del sol, porque el extra de melanina en la piel filtra más la luz solar.
Algunas personas no pueden tolerar la leche, ya que carecen de la enzima que procesa la lactosa, el azúcar natural en la leche, aunque "la mayoría de la gente puede manejar en pequeñas cantidades", dice la Sra. Stallman. Las cuestiones culturales también pueden estar en juego, dice la Sra. Stallman dice-Jorgensen.
"La mayoría de los adolescentes quieren beber sodas y bebidas azucaradas. Lo prefieren a beber leche fresca - que piensan que se trata de más de un alimento para los bebés", dijo.
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